La Pascua, llena de ritos y festejos tradicionales, es una de las fiestas más esperadas en Italia. Un poco ayuda el calendario, porque en estas latitudes la Pascua suele caer en primavera (o casi). Y otro poco, porque siendo Italia la cuna del catolicismo, las tradiciones ligadas a esta celebración netamente religiosa se siguen manteniendo vivas.
Para entrar en el espíritu de este período, basta recordar el refrán: Natale con i tuoi, Pasqua con chi vuoi. Si la Navidad es una fiesta tradicionalmente familiar, la Pascua es una celebración marcada fundamentalmente por el turismo. Cómplice de estas costumbres, el buen clima y el largo receso escolar: en las escuelas italianas, las vacaciones pascuales inician el jueves Santo, y terminan el martes de la semana que sigue a la Pascua. Para los que trabajan, es sólo feriado el lunedì dell’angelo, el lunes del ángel, comúnmente conocido como Pasquetta: el lunes que sigue al domingo de Pascua. Pero muchos tienen la posibilidad de alargar el fin de semana tomándose vacaciones el jueves y/o viernes Santo. Así se entiende por qué, no bien superada la (in-)digestión de las fiestas navideñas, a mediados de enero ya se sienta hablar a los italianos de sus planes para la Pascua.
Y como siempre, no se puede hablar de fiesta sin hablar de… ¡comida! Pues comenzamos por avisarles que el famosísimo huevo de chocolate es, en Italia como en Argentina, el emblema de la Pascua por excelencia. El huevo, símbolo de la vida que renace, auspicio de fertilidad, une y relaciona la Pascua religiosa con la primavera, y el despertar de la naturaleza. Regalar huevos para Pascua, es una tradición muy antigua: algunos ubican su origen en el medioevo, pero existen testimonios en el Antiguo Egipto y Persia. Es una práctica muy difundida en varias partes del mundo: los huevos “matrioska” rusos, los huevos decorados en Alemania y países nórdicos, y la tradicional “búsqueda del tesoro pascual” celebrada en Inglaterra y Estados Unidos, por ejemplo, donde huevos duros decorados y conejos de chocolate se esconden en la casa y el jardín, a la espera de ser descubiertos por los más pequeños. En cuanto al huevo de chocolate específicamente, se dice que fue el “Rey Sol”, Luis XIV de Francia, el primero en hacer realizar un huevo de crema de cacao al chocolatier de su corte, a inicios del mil setecientos. Actualmente, en todo supermercado y negocio de alimentos italiano, se encuentran huevos de chocolate de las más variadas dimensiones y tipos. Y no sólo de productores de chocolate, sino también de las marcas de los distintos regalos incluídos en la sorpresa, según la moda. Así, se encuentran huevos Lindt, Ferrero Rocher (por nombrar sólo algunos) junto a huevos Barbie o Lego o de los equipos de fútbol más famosos, por ejemplo.
Pero siendo Italia un país de una gran tradición inventiva (recordemos que los genios de Leonardo y Michelangelo eran italianos), cada año aparece el “huevo más original”, cuyo adjetivo no se refiere a la forma sino al material con el cual está realizado. ¿El del 2022? ¡Parece que es de queso caciocavallo! Y por supuesto no faltan los adinerados que, con un toque de originalidad, hacen realizar el huevo artesanalmente para poder incluir alguna preciada sorpresa (un anillo de oro, o alguna joya similar) para una más afortunada destinataria.
Y no sólo los huevos de chocolate están presentes en la tradición culinaria de Pascua, sino también la versión salada como los huevos duros, los huevos rellenos, y distintos platos que en mayor o menor medida los contienen, como nuestra torta pascualina, o pasqualina en Italia (típica de la Liguria), el cuzzupe o el piccillato calabrese (lo más parecido que encontré en Italia a nuestra Rosca de Pascuas: dos versiones similares de una torta dulce decorada con huevos duros), o el casatiello napolitano (un pan relleno de salame, queso y huevo duro).
Hablando de Rosca de Pascuas: en Argentina, así como el Pan dulce es el típico dulce navideño sin importar en que latitud de la Argentina te encuentres, la Rosca de Pascuas es su similar en tiempos pascuales. Pues en Italia, obviamente, no es así: como siempre, cada región y zona tiene sus platos tradicionales de esta fiesta, ya sean dulces como salados. Sin embargo, hay un alimento que, si bien es típicamente lombardo, es famoso y conocido en toda Italia: la Colomba Pasquale o simplemente Colomba. Como toda receta de la tradición, de su origen habla no sólo la historia sino también la leyenda; a continuación, les contamos de ellas.
Según una versión, la Colomba nace en época lombarda, cuando el Rey Alboino recibe como regalo un pan dulce con forma de paloma (colomba) como signo de paz, al finalizar el asedio de cerca de tres años a la ciudad de Pavia.
Otra historia de la tradición lombarda cuenta que el primer hacedor de este dulce fue San Colombano, célebre monje irlandés que fundó numerosos monasterios en toda Europa, como el Monasterio de Bobbio en Italia. Este Santo llega a la corte de los reyes lombardos, como invitado a un banquete. En esa ocasión, la reina Teodolinda, hace preparar gran cantidad de delicias conteniendo carne de todo tipo. Pero San Colombano, no quiere violar el precepto de la abstención de la carne, indicada durante el período de Cuaresma. Para superar la situación de embarazo, el monje acepta consumir los alimentos después de haberlos bendecido. Y así, cuando el Santo impone sus manos sobre los alimentos, los platos de carne se convierten ¡en blancas palomas de pan!
Más allá de las leyendas, la Colomba como la conocemos hoy, inicia a comercializarse alrededor de 1930, a partir de la idea de un famoso publicista, Dino Villani, que trabajaba para una conocida casa de dulces milaneses. Su idea era aprovechar la misma preparación y las mismas máquinarias utilizadas para producir el panettone, creando un dulce similar a éste pero destinado a la Pascua. La innovación estaba en la forma, de paloma o colomba en italiano, símbolo de la Pascua, y en que la superficie del dulce estaba recubierta de glasa all’amaretto y almendras. Inútil decir que fue todo un éxito. En el 2005 el Ministerio de las Actividades Productivas determinó que ingredientes no pueden faltar para que una Colomba sea “doc”; y las que no cumplen todas las directivas ministeriales indicadas, no pueden llamarse Colomba sino simplemente dolce pasquale. Así pues, si estás en Italia y aún no la has probado, te invito a hacerlo ¡y después nos contás qué te ha parecido!
Y para celebrar el último día de este período de fiesta, el lunedì dell’angelo, hay una tradición que si sos argentino, seguramente te va a gustar: la grigliata di Pasquetta. ¡Sí! No es un asado, lo que más se griglia es cerdo y nunca faltan los chorizos. Encontrar un lugar donde hacerla, no es tan fácil (aunque tampoco imposible). ¡Pero el clima alrededor de la parrilla es muy parecido!
No nos queda que desearles una MUY FELIZ PASCUA, donde sea que la festejen.
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